CASA CUATRO PATIOS

Construyendo el vacío.

El principal condicionante de partida en este proyecto es el entorno en el que se ubica. Siendo una ampliación urbanística en una zona antes agrícola y muy degradada, no existen puntos focales de interés ni orientaciones preferentes. Por ello se diseña una vivienda totalmente volcada hacia el interior de la parcela en donde se crea un mundo interno que conecta y dota de vistas propias a la vivienda.

La creación de vacíos no edificados en la parcela conecta los espacios interiores con los exteriores de una manera íntima y personalizada dado que cada interior tiene su exterior propio en forma de patio privado, controlando de esta manera accesos y vistas. Así, una vivienda aparentemente cerrada sin aperturas ni huecos al exterior, se convierte en un espacio totalmente abierto, continuo y luminoso al penetrar en el interior.

La vivienda se desarrolla en planta baja mediante la interposición de vacíos ajardinados que articulan y dotan de luz, ventilación y vistas a cada uno de los espacios de la vivienda. De esta manera cada estancia tiene su jardín privado que, a través de cerramientos ocultables de vidrio, pasa a integrar un único espacio conformado por una zona cubierta abierta y un espacio ajardinado descubierto que llena de vida y de frescura el interior. Este sistema queda especialmente patente en el espacio de comunicación entre la zona pública y la zona privada de la vivienda, cuya flexibilidad de configuración permite usarlo tanto como pasillo mirador en invierno como de salón exterior cubierto en verano mientras genera visuales cruzadas desde la el salón, los jardines y las zonas de tránsito.

Por último un volumen se apoya y vuela sobre la planta baja enfocándose a las montañas que en la lejanía dominan el paisaje circundante para albergar en su interior un espacio tranquilo y reposado para la desconexión en donde se sitúa el gimnasio.